miércoles, octubre 17, 2007

Una sonrisa

Si han leído este blog y se lo han aprendido de memoria (eso espero porque ya les voy a tener que hacer examen :P) se acordaran de algún post en el que les contaba que me costaba mucho trabajo mirar a los ojos a la gente. Y bueno, consecuencia de esto es que tampoco pueda sonreirle a nadie, aunque quisiera hacerlo; ya ven que para aquello del ligue pues son pasos necesarios esto de la sonrisa y la mirada.

¿Y qué con esto?

Ah, pues es que el otro día me superé a mí mismo y le sonreí a alguien en el metro. A un sujeto.

¿Que si le pedí su teléfono? ... ... ... momento. Primero lo primero...

Empecemos por el principio:

Todo ocurrió en el metro. Ya ven que viajo mucho en el metro porque es la única forma de atravesar la ciudad de México sin que se vuelva una peregrinación de dos días... bueno, estaba allí recargado en una de las puertas. De pie. Muy poca gente a esa hora. Sin novedad alguna.

Suddenly... (osease "De repente") ... como que sentí que alguien me miraba. ¡¡¡Ñaca ñaca!!!!

Y nomas' para asegurarme de que no fuera alguien que me quisiera asesinar, pues volteé.

No tenía cara de asesino, por cierto. De hecho estaba muy lindo. Bonitos ojos. Era un varón, osease boy, osease género masculino, osease.... bueno, ya me entendieron.

Estaba a mi derecha quien me estaba mirando, lo ví un segundito y baje la mirada al piso inmediatamente. Pero me dió curiosidad... sí, de aquella que mata gatos... pero yo no soy gato, así que me arriesgué.

Lo volví a mirar. Él me seguía mirando. No supe si el gesto que tenía era una sonrisa o qué, sin embargo tuve el inevitable impulso de sonreirle; y me rendí al impulso, le sonreí.

Su sonrisa se amplio un poco. Pero podría ser porque se estaba burlando de mí, o no sé, a lo mejor estaba masticando algo. Y ya encarrerado no me iba a conformar con una mueca extraña. Ahora sí que como dijera el peje, no quiero sonrisas espurias; quiero sonrisas legítimas.

Levanté las cejas.
Pero no funcionó.

Como de plano ya no se me ocurrió otra cosa, pues decidí sacarle la lengua. No la de él, la mía. Osease que le enseñé la lengua pa' ver si con eso lo lograba.

Y pues... ¿Qué creen? Pues que esa sí funcionó.

Puso una sonrisota de oreja a oreja que me llenó de alegría a mí también. Fue uno de esos momentos en que como que el tiempo se detiene y ves pura luz. Fue lindo.

Lindo porque es agradable que alguien te sonría cuando andas que te lleva el demonio. Más lindo aún, fue que por fin le pude sonreír a alguien sin que me diera pena.


Solo espero que para la próxima pueda lograr esto con alguien que tenga más de 2 años de edad y que no esté chimuelo.





Sip, fue un bebito con el que intercambié sonrisas.

Es que estaba bién chistoso y bién lindo, y luego me encantó verlo reírse. Me puso de buen humor aquel día.

¿Ustedes a quién pensaban que le estaba sonriendo? XD

Espero haberlos engañado, porque ese era el objetivo de este post. Si no, seguramente fue porque me conocen muy bién y saben que no tengo la seguridad suficiente para andar sonriendo a diestra y siniestra, o porque vieron el dibujito del bebé primero o porque de plano soy un asco para esto del suspenso literario.

En fin, ya m' voy.


Saludos. :D



5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me lograste engañar jajaja, yo había pensado ah qué bien, hasta me había hecho feliz por un rato y luego saliste con esto jajaja, estuvo bueno.
Saludos!!!

Anónimo dijo...

A mi me desorientáste: ¡NO PODÍA CREERLO! me tragué el cuento enterito. Finalmente me sentí totalmente identificado, yo también suelo hacerlo; te faltó inflar un moflete, luego el otro,,,, los dos simultáneamente..., alternarlos; los morritos..., el éxito es total.

Anónimo dijo...

BRAVO!!!!!!!!!, me encanto este "post"..... ¿regresando a la luz?, espero que yes.... ATTe. L·N... por cierto, me lo trague todo, la duda, el suspence y la ironia... un abrazo!

Jorge I. Figueroa F. dijo...

Yo estaba por caer, pero la pantalla es tan grande que ví el dibujo del bebe y algo ya no cuadraba

Anónimo dijo...

:D Yo sí me emocioné!!!

Y tienes toda la razón, hay niños que hacen inevitable el sonreirles.